En el meeting de la Humanidad
millones de seres gritan lo mismo:
¡Yo, yo, yo, yo, yo, yo!...
¡Cu, cu, cantaba la rana;
cu, cu, debajo del agua!...
¡Qué monótona es la rana humana!
¡Qué monótono es el hombre mono!
¡Yo, yo, yo, yo, yo, yo!
Y luego: ""A mí, para mí,
en mi opinión, a mi entender"".
¡Mí, mí, mí, mí!
¡Y en francés hay un ""moi""!
¡Oh, el ""moi"" francés!; ¡ése sí que es grande!
""¡Monsieur, le moi!"".
La rana es mejor.
¡Cu, cu, cu, cu, cu!
Sólo los que aman saben decir... ¡Tú!.
(J. Benavente)
Tu (Alberto Cortez)
A ti: a la amiga de las flores,
de los perros vagabundos,
que tienes fe en este mundo
a pesar de sus errores.
A ti: a la amiga de los locos
como yo, que de la luna
hacen toda su fortuna,
aunque te parezca tan poco.
A ti te pertenecen los versos.
En ti se ha inspirado el poeta...
En ti, porque nominas las cosas,
las espinas y las rosas
y la luna... y la vida,
con el verbo ""amar"".
A ti: que te sientes responsable
del infeliz que se queja,
porque lo encierra una reja
o porque vive en la calle.
A ti: que permaneces callada
cuando estoy conmigo mismo
y conoces mis abismos,
como mis cumbres doradas.
Estoy seguro que a ti
te pertenecen los versos,
a ti te pertenece el poeta.
A ti: porque nominas las cosas,
las espinas y las rosas
y la luna y la vida,
con el verbo... ""amar"".
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