Entonces me acerque a su burbuja
y probé sus sueños
y me hice a su medida
olvidando mis anhelos
y el aire empezaba a intoxicar,
cual monoxido de carbono, silente...
y sentía que flotaba, alucinante
en una nube de cartón, flotante
No vislumbraba mas que su realidad, creyente
la mía olvide, ausente
fui automutilando mi vida, impaciente
infiriendome heridas, consciente
flagelando mis alegrías, pendiente...
me sentí protegida, fuerte
en mi realidad virtual, demente
Y un día de aquella noche, contando falsas estrellas
estrellas que la noche misma distorsionaba,
vi una estrella fugaz...Y pedí mi deseo.
Mas perdí mi apuesta, cuando finalmente
me di cuenta que no era fugaz aquella estrella,
sino mis sueños que hartos de realidades virtuales...Partían hacia el infinito.
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