sábado, 23 de octubre de 2010

A mi hija

"La muerte es una amante despechada, que juega sucio y no sabe perder"

Que ironía, poder decir que luego de 14 días en intensivo, 7 días en recuperación, luego de tantas complicaciones, de tanta gravedad, de saber lo que es sentirse agonizante y consciente, y de que mi cuerpo se encuentre lleno de estigmas...luego de todas esas cosas, poder decir que mi cuerpo venció la muerte, pero aun viéndose vencida se llevó lo que más quería, se llevó un pedazo de mi vida, dándome un golpe mortal, robandomé la felicidad para el resto de mis días...Se llevó a mi Paula, luego de tantos meses esperarle en mi vientre con ilusión, me la arrebató 4 días depues de verla nacer.

Paula, hace una semana que me dejaste este vacío. És muy pronto, mi corazón no se resigna. Te marchaste con la misma sorpresa, la misma fuerza y la misma callada manera con que llegaste a mi vida...

Te confieso, mi pequeña, desde aquel día sólo quiero dormir...pues en mis sueños, como si fuese una pelicula, puedo verte:
Te veo dando Tus primeros pasos de mi mano, pronunciando Tus primeras palabras, te sueño en tu primer día de escuela, y veo la mujer que te conviertes! Sueño con Tus hermosos enormes y rasgados ojos negros que eran tan iguales a los míos, te sueño y te imagino adulta...tan hermosa! Con un corazón tan noble como el de un manso cordero, con la diplomacia de tu padre, al igual que su sonrisa...te imagino terca y orgullosa como yo... Mi pequeño tesoro, imagino tantas cosas que ya no serás y cada día muero un poco más, ahogandome en porqués que ya no tienen sentido.

Sé que suena irrisorio, mi niña, pero aveces pienso que no venci la muerte, por el contrario ella me venció...hubiese sido más fácil dormir en sus brazos y despertarme en los tuyos.
Te extraño...

No hay comentarios: