Amanece y el sol comienza, tímidamente,
a besar las calles de mi santo domingo.
Comienza a despertar la vida en la ciudad,
yo desde la ventana de la habitación, observo..
Pasa la vida en un constante vaivén,
personas que apuradas, sin tiempo, enfrentan lo cotidiano.
Amanece y el sol calienta, tímidamente, las calles de mi ciudad.
El mundo vuelve a girar, nunca para ni un momento,el tiempo no espera por nadie.
Amanece y voy cayendo en cuenta que,
mientras afuera el sol sale,
mi habitación sigue en sombras……..
Hoy, no tengo fuerzas para subirme al mundo.
No quiero perderme, pero tampoco quiero encontrarme.
a besar las calles de mi santo domingo.
Comienza a despertar la vida en la ciudad,
yo desde la ventana de la habitación, observo..
Pasa la vida en un constante vaivén,
personas que apuradas, sin tiempo, enfrentan lo cotidiano.
Amanece y el sol calienta, tímidamente, las calles de mi ciudad.
El mundo vuelve a girar, nunca para ni un momento,el tiempo no espera por nadie.
Amanece y voy cayendo en cuenta que,
mientras afuera el sol sale,
mi habitación sigue en sombras……..
Hoy, no tengo fuerzas para subirme al mundo.
No quiero perderme, pero tampoco quiero encontrarme.
Imagen: Google
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